Piloto automático

¿Alguna vez les ha pasado que intentan recordar cómo fue su semana, con quién la pasaron, qué emociones sintieron pero al ahondar en los recuerdos sienten como que una niebla densa los cubriera y nos les permitiera observar con claridad, como si hubiesen vivido toda una semana, o quien sabe cuanto tiempo más, en piloto automático?

Te preguntas si tu vida ha llegado a tal punto de ser tan rutinaria que dejas de distinguir días de noches, semanas de meses, todo se ha convertido en un ciclo constante, una vida que se vive por sí sola sin que tú la estés viviendo. (Así de extrema me pongo a veces)

Me ocurre, que olvido cuando fue la última vez que pude salir con mis amigos o simplemente tener una conversación sencilla con ellos, coincide también, que mi cuerpo se siente cansado, mis ojos pesan y las ideas ya no recorren mi cabeza, cada mañana anhelo que llegue la noche para poder descansar y cada noche antes de dormir me reprocho por no haber hecho nada importante en el día.

Pensamientos de cómo tranquilizar mi mente y tomar el control pasan sin éxito alguno, olvido la última vez que hice ejercicio y recuerdo a esa chica motivada que estoy segura que tan solo hace un par de semanas atrás estaba activada y me doy cuenta que esa gran confusión en mi cabeza, no es mas que un auxilio, un auxilio de mi ser invitándome a tomar el control nuevamente a organizar mis pensamientos y emociones, a recordar los sueños que tengo y seguir trabajando en ellos.

Considero que sentirnos así a veces es inevitable pero salir de ese estado es mas que posible, bien dicen que a nuestro cuerpo, como medio de superviciencia, le gusta ahorrar energía y qué mejor manera de hacerlo, que poniéndonos en automático. A veces hasta olvidamos vivir y olvidamos que está en nuestras manos demostrarle a nuestro cuerpo que sabemos administrar nuestra energía y que somos conscientes de nuestros límites.

Sé que estamos rodeados de la nueva cultura del bienestar, donde nos alientan a empezar nuestro día con energía, a ser productivos, a ver todo con mirada positiva y alentadora, pero la realidad es que la vida es como una montaña rusa llena de picos y planicies emocionales y está bien, es parte de nuestra esencia como seres humanos, no dejemos que sentirnos alejados de ese ideal implantado, nos frustre y nos desaliente, cada quien debe ir a su ritmo y aunque lo dudemos, nuestro cuerpo y alma son muy sabios, debemos aprender a escucharlos.

Evitar que ese gran bloqueo tome control de nuestro ser, depende de nosotros, en entender qué nos ayuda a alejarnos de él. Como ahora, luego de un día pesado, con mi mente en cualquier lado menos en el presente, una simple pregunta se dibujó en mi cabeza, ¿por qué me siento en modo automático? Y aquí me encuentro, contándoles y con el modo de introspección activado me contesto "está bien, estarás bien, respira profundo, calma tus pensamientos, ejercítate un poco, camina y haz eso que sabes hacer como terapia, escribe".