top of page

FOLLOW ME:

¡Al Carajo!

Hace unos días, me hicieron aquella pregunta de "¿qué te gustaría que pasara contigo en los próximos años?" y si bien hace algún tiempo atrás hubiese respondido con un -me encantaría estar trabajando en mi propia empresa- ahora, mi respuesta se alejó de ese sueño y se enfrascó en uno, que al menos ahora, me mueve mucho más "me veo hablando en una charla TED inspirando a muchos". Este sueño, no tan nuevo, empezaba a consolidarse como aquel que más me estaba apasionando. Anhelando algún día poder hacerles sentir al menos un 10% de lo que me pasa cuando veo una de esas charlas, como cuando mi mente sueña, como cuando mis ojitos se llenan de lágrimas o como al terminarlas, salgo con todas las ganas de comerme el mundo entero.





Mientras escribo esto puedo sentir mi sangre borboteando y mi pulso acelerado y exactamente así lo sentí en el momento que me lo preguntaron, sin embargo la interrogante que continuó a esa, me sacudió aún más de lo que imaginaba, "¿y qué estás haciendo ahora para que ese sueño se cumpla?", "a veces escribo" respondí. Si bien la conversación terminó ahí, en mi alma se quedó retumbando el "¿qué estás haciendo Carolina, para que tus sueños se cumplan?" y me di cuenta de que entre tantos factores, uno de los que me han frenado y del cuál les quiero hablar hoy es: el miedo.


No se pueden imaginar cuántas veces, por el bendito miedo, había simplemente perdido la motivación y esperanza en el camino. Al inicio siempre todo era cautivador pero luego, este gran enemigo, me frenaba e inevitablemente fracasaba en mis propósitos pero también entendí que muchas veces esa invalidación no solo venía de mí misma sino de personas cercanas a las que tanto respeto. Y el camino, que tan claro tenía por delante se convierte en esa ruta pantanosa que suelen poner en las ilustraciones de caminos bifurcados.


Recuerdo aquella vez, hace ya muchos años, cuando le conté con mucha emoción a un enamorado que haría mi máster, que no me importaba endeudarme y quedarme con 5 dólares al final del mes, con tal de lograr este sueño que tenía y él solo me miró con preocupación y me dijo que debía ser consciente de mi situación y no lanzarme así a la vida sin un plan tan sólido. En esa ocasión decidí ignorar su consejo y ahora me alegro tanto de haberlo hecho así, porque lo logré, no fue sencillo pero lo logré y cada vez sigo yendo por más y poco a poco fueron entrando a mi vida personas que en lugar de decirme "no saltes" me dicen "salta tranquila que aquí estoy yo para atraparte". Y agradezco tanto que haya pasado así, que esa voz no me detuviera sino que activara a esa voz muy loca dentro de mí que gritó con todas sus fuerzas: ¡Al carajo! Apagando la voz interna del "no puedo" y activando la del "¿qué es lo peor que podría pasar?", alejando la voz de aquella persona que creía estarme haciendo un bien y potencializando la mía, porque cuando nos proponemos algo, nada ni nadie en esta vida puede detenernos.


Creo que por eso me animo a decirles ¡Al carajo!, Al carajo a aquellas voces que a veces vienen de nuestro círculo más cercano pero que nos frenan y atemorizan. !Al carajo! porque si bien sus consejos pueden venir con todo el amor del mundo, muchos de ellos solo conocen su visión, su experiencia adentrada en su tiempo y ojo, no estoy diciendo que solo tiremos por la borda la sabiduría que nos puede brindar las personas que ya han transcitado gran parte de este camino llamado vida, sino es una invitación a que podamos ser incrédulos y poder decir, "confío en mí, conozco mis limitaciones y verdaderamente esta no es una de ellas, valoro sus consejos y entiendo que dentro de sus vivencias era lo mejor que pudieron hacer pero también confío en mí, en quién soy, confío en mi voz que poco a poco va encendiendo lucecitas internas por el camino que debo empezar a recorrer. ¡Al carajo! a esas voces que nos frenan de intentar cosas nuevas, que frenan esos sueños que, antes de escucharlos, nos motivaban y hacían que nuestro corazón saltara.


Te puedes estar preguntando "¿Entonces, debo enviar a todo y todos simplemente al carajo?" pues sí y no, manda al carajo a tu voz mental que te llena de miedo, pero también aprende a escuchar, escucha con el corazón y mente, intenta percibir cómo tu cuerpo entero reacciona ante los consejos de los demás, nuestro cuerpo es sabio y apenas las voces van entrando a tu cabeza, solo tú y nadie más que tú, sabes cuál es el camino que debes transitar. Si lo que sientes y oyes va en armonía, date el tiempo de reflexionar pero si al contrario y esos "consejos" apagan tu luz interior y solo te llenan de más temor y sientes como tu cuerpo entero se inmuta y se hace cada vez más pequeño, solo queda por decir una cosa: "¡al carajo!".

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey

RECENT POSTS: 

bottom of page