¿Puedo amar sin amarme?

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué nosotros? ¿estamos pagando algún tipo de karma? ¿por qué la felicidad no está en cada esquina como cientos de canciones nos hacen creer?, ¿por qué a medida que pasan los años tantas personas parecen encontrar la dicha justo frente a tus ojos, pero para ti es como que todo se mantuviese estático?

Las buenas personas parecen haber sido expulsadas del mundo y las que quedan ya están comprometidas en una relación “muy linda” y vuelves a preguntarte, ¿por qué a ti? ¿por qué todo lo hermoso y que se supone que nos llene de felicidad resulta tan complicado de tener?

Por más extraño que parezca la respuesta más cercana que he escuchado en esta vida vino de los consejos de 2 buenos amigos, “en la vida, sin importar la edad, debes entender que cada minuto debe valer, no los pierdas con las personas equivocadas” “para encontrar algo realmente hermoso, primero debes estar lista para ser ese algo hermoso que la otra persona está buscando”.

Y ahí me encontraba en la mitad de dos consejos que parecían haber llegado como luz divina para que entendiera todo lo que estaba haciendo mal conmigo misma. No era un ser sano emocionalmente y tapaba vacíos con relaciones aún más vacías, era el por qué estaba sola, y era la razón de los mil y un problemas adicionales que tenía. Si no encontraba a una persona para pasar el rato, llenaba los vacíos con atracones, subía de peso y luego mi mente armaba todo un juicio demasiado duro, dando razones banales a la soledad y la depresión venía como consecuencia, un círculo vicioso que cerraba mis posibilidades de más.

Entonces entendí, que el poder solo lo tengo yo, ese poder de cambiar el mundo que me rodea, el poder de saber que solo depende de mí cambiar como vivo mi día a día. Primero empecé con metas pequeñas a nivel físico, a nivel emocional, detecté cuáles eran los parásitos de mi vida y los fui fulminando uno a uno, cada vicio por más pequeño que fuera, dolió, costó y sigo sanando, porque no hay arma más grande que creer en ti mismo y lograr detectar cuál es tu círculo de apoyo, esa amiga, ese amigo, familia, que está para ti siendo franco y directo, pero apoyándote en el proceso y lo más importante que crea en ti incondicionalmente aún en los momentos en que dejas de creer.

Decide ser feliz por nadie más que por ti, lucha por eso, todo cambio cuesta, pero este es el sacrifico más bello que podemos hacer porque es un paso más cerca al amor propio, esa clase de amor que el mundo necesita.