CAMBIAR

Todo cambio es realmente dificil de aceptar sea para bien o para mal, a veces nos quedamos en la zona segura y no tomamos esos riesgos que nos grita el corazón, porque no todo depende de nosotros, de nuestros sueños, dependemos de una realidad global, que emulsiona en cataclismo cada vez que alguien decide salirse de la esfera, de la caja de hierro.

Sentirse sola, totalmente sola en la primera etapa del cambio, es normal y no permanecerá para siempre, se podría decir que es una venda con cuenta regresiva, que permanece y no afloja si nosotros no estamos listos. Un calor invade nuestro pecho, es miedo, es excitación, es ansiedad, es confusión pero eso también pasará.

Me enfrenté a dos cambios en éste último tiempo, un cambio laboral y uno sentimental, en el primer escenario tuve la oportunidad de evolucionar de seguir alcanzando mis metas, mis sueños pero eso conlleva una fuerte responsabilidad, como dice el tío Ben de Peter Parker, tengo esa ansiedad y ganas de comerme el mundo, de demostrarle a todos cuánto valgo, cuánto vale mi trabajo y que puedo seguir aprendiendo y ascendiendo sin descansar.

El segundo escenario es un tanto oscuro y eso se debe a que no sé dejar ir, pienso que todos pueden cambiar, amoldarse a ti, pero no, no puedes cambiar a una persona, puedes aceptarla y amarla tal y como es, sin embargo si éso es complicado para ti, simplemente deja de intentar, debe fluir, así es como son las cosas, dejar ir es dejar de ser egoista y velar por la felicidad de la otra persona, esperar que encuentre quien pueda aceptarlo tal y como es y seguir con tu vida.

En éste proceso de cambio dejé de amarme, o tal vez entendí que nunca me amé lo suficiente, esperaba llenar los vacíos con nómadas en mi vida, con personas que aceptaba porque me amaban, sin embargo nunca pude ser todo lo que ellos necesitaban y ahora entiendo que mi falta de autoestima rompió sus corazones y rompió el mío en mil pedazos.

El tiempo no se recupera pero del tiempo obtenemos las mejores enseñanzas y me siento tranquila de comenzar ésta nueva etapa, de soledad y de éxito, de temor y de esperanza, a final de cuentas, la luz siempre se encuentra al final del túnel.